domingo, 15 de noviembre de 2009

Tan solo porque te recuerdo

Esta oscuridad que me rodea me permite sentir la brisa de la noche. Tan refrescante al tacto y suaves sus caricias. En el silencio de la noche, me deslizo suavemente a mi cama, encontrándome sola con tu recuerdo, estando excitada, mojada entre mis piernas. Deseando nuevamente morirme del deseo ardiente, de pasiones pasadas en mi mente, del clímax delicioso que solo tu miembro me provoca. Sentí tus labios en mi cuello, tu lengua recorriendo mi cuerpo, húmeda, coqueta y juguetona… ummm, que delicioso es tu recuerdo. Sentirte encima de mi cuerpo, tu aliento sobre mi piel susurrando mi nombre una y otra vez. Tus dedos curiosos explorando todos los rincones de mi cuerpo, que ansiosamente guardan tu llegada y tú con tus gestos dulces de conquistas plantas bandera en los lugares recientemente confiscados.

Sola en mis aposentos soñando con tu cuerpo y el mío deseándote, suplicando por tenerte nuevamente, por acariciar tu cara, tu cuerpo… ohh si, tu miembro recto…. Ahhh. Te deseo por completo y gimo en el recuerdo de tu mirada profunda y sensual que tienes al besar todo lo que tu boca logre tocar.. Halando de mi cabellera y sutilmente mordiendo el cuello, que hace que me derrita por completo. Me inundo, me entrego por completo y el silencio nocturno es corrompido con mis quejidos de añoranza y desamor. ¡Cuánto te deseo! Solo sabe Dios. Ven a mi encuentro, salva este pobre corazón, sacia esta sed que tengo de ti y de tu amor. Fundémonos, juntémonos como las piezas de un rompe cabeza que encajan entre sí. Sintiéndome encima de tu cuerpo, como el mío responde a tus dulces provocaciones. Montándote y danzando sobre ti, acariciándote, tú que yaces junto a mí. Amándote. Estrechándome en el deseo de que me tengas en tus brazos, en una noche como esta.. Llena de un silencio agudo que pervierte los sentidos. Con esto te demuestro que contigo puedo alcanzar el infinito. Por lo que mi cuerpo se mueve como culebra, retorciéndose sobre tu miembro en un ritmo constante, con el vaivén de tu cuerpo que me llena de éxtasis, una adicción incontrolable. Oh, pero tú cuerpo me tiene sudando, temblando, vibrando, gozando, explotando de placer, humedeciéndote con el flujo que corre como fuente de mí ser. Todo esto porque te recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario